¿Cómo afecta la primavera a la salud?

La llegada de la primavera trae consigo una serie de transformaciones ambientales que afectan directamente a nuestra salud. Buen humor, tristeza, hiperactividad, fatiga, infecciones gastrointestinales… son algunas de las dispares afecciones propias de esta época del año.

En primavera los días son más largos, suben las temperaturas y la vegetación vuelve a florecer. Estos cambios, que a primera vista pueden pasar inadvertidos, tienen un efecto directo en nuestra salud y estado de ánimo.

Pero, ¿hasta qué punto nos afecta la primavera? ¿Sabemos cómo prepararnos para el inicio de esta estación? ¿Cómo podemos combatir los síntomas?

¿Cómo nos afecta la primavera? Euforia y astenia

Las comodidades del mundo moderno provocan que, en ocasiones, nos olvidemos de dónde venimos. “Los modernos sistemas de iluminación, calefacción y refrigeración nos crean un clima y horarios a voluntad. Pero por debajo de esta apariencia, el cuerpo humano sigue perteneciendo a los ritmos de la Naturaleza”, explica el Dr. Ferran L. Tognetta. “Es así que la explosión de vida que significa la primavera en la naturaleza, también surge en el cuerpo humano, pues es parte de ella.”

El efecto de la primavera sobre nosotros se manifiesta, de dos formas:

La «euforia primaveral» hace referencia a todos los efectos positivos que se producen a consecuencia del aumento de luz y de temperatura. Nuestro cuerpo reacciona mediante ajustes del metabolismo con cierta hiperactividad y todo ello puede influir positivamente en el estado de ánimo. Gracias a la secreción de feromonas, oxitocina, dopamina o noradrenalina nos sentimos, en general, más felices y desinhibidos.

Por otro lado, encontramos como faceta más negativa esos efectos englobados bajo el concepto astenia primaveral, considerada un trastorno adaptativo. Algunos de los síntomas son: cansancio y somnolencia durante el día, fatiga, irritabilidad, pérdidas del apetito, disminución de la lívido durante la fase de adaptación o pérdida del cabello.

No obstante, los efectos de la primavera varían en función de cada individuo.
“La adaptación del cuerpo a la primavera no se produce de forma similar en todas las personas”.

Añade, además, que “algunas de ellas pueden sufrir un mayor impacto a causa de alergias, un estado de ánimo más bajo o algunos problemas gastrointestinales, que presentan mayor incidencia durante estos meses”

5 afecciones, 5 soluciones

El ejercicio físico, dormir bien, una dieta saludable y una buena hidratación son, como de costumbre, factores determinantes de salud esenciales para prevenir la aparición de estos padecimientos.

1. Astenia primaveral

Como ya hemos explicado, la astenia primaveral supone una dificultad de adaptación. Es importante destacar que no se trata de una enfermedad, sino de una dificultad en el proceso de adaptación de unas condiciones a otras. No hay que confundirlo con el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que sí debe tratarse médicamente.

Causas:

  • alteraciones en los ritmos circadianos
  • modificaciones ambientales
  • cambios de hábitos relacionados con la llegada del buen tiempo y más horas de luz

Síntomas:

  • cansancio intenso
  • dolores musculares
  • alteraciones del sueño
  • tristeza
  • falta de apetito
  • pérdida de peso
  • cambios en el ritmo intestinal.

Consejos:

Realizar ejercicio regularmente, hacer actividades al aire libre y dedicar tiempo a la relajación son algunas actividades que pueden actuar como medida preventiva.

2. Alergia

La primavera trae consigo diminutas partículas de polen que generan alergia.

Síntomas:

  • conjuntivitis
  • rinitis
  • sinusitis
  • asma

Consejos:

Además de seguir el tratamiento prescrito por el médico, es aconsejable purificar el aire del hogar y mantener las ventanas cerradas, sobre todo, de cinco a diez de la mañana y de siete a diez de la noche, que es cuando el polen está más activo.

3. Afecciones cutáneas

Con la llegada del buen tiempo, los hongos y las bacterias recuperan fuerzas ampliando también su foco de actuación. Además, el incremento de la exposición solar y la sequedad que arrastra la epidermis por los meses de frío, requerirán medidas especiales para el cuidado de la piel.

Síntomas:

  • alergias
  • sequedad

Consejos:

  • usar fotoprotección solar
  • utilizar ropa de tejidos naturales como el algodón
  • secarse bien después de la ducha
  • hidratar la piel
  • seguir una dieta rica en antioxidantes
  • optar por cosméticos hipoalergénicos.

4. Resfriados

La primavera también es una época propicia para los resfriados. A diferencia del caso de las alergias, los síntomas del resfriado no suelen durar mas de una semana y aparecen de manera progresiva.

Síntomas:

  • fiebre
  • tos
  • dolores musculares

Consejos:

  • seguir un estilo de vida saludable que favorezca el sistema inmunitario
  • mejorar la calidad del sueño
  • hacer ejercicio frecuentemente
  • reducir los niveles de estrés
  • exponerse a luz solar para favorecer la síntesis de vitamina D
  • dieta rica en vitamina C y zinc

5. Infecciones gastrointestinales de origen bacteriano

Las diarreas y la salmonelosis son otras de las las afecciones de origen bacteriano que proliferan en el equinoccio primaveral. Esto se debe, principalmente, al aumento de las temperaturas y de la humedad que contribuyen a la propagación de bacterias en alimentos mal conservados.

Consejos: Prestar especial atención al estado de los alimentos que se ingieren y apostar por aquellos que ayuden a depurar el organismo.